En los últimos años hemos visto muchos cambios en México con la construcción de la democracia, es sin duda un tiempo histórico lo que nos ha tocado vivir en los últimos 25 años. Desde la hegemonía de un partido político en el poder, la alternancia a otras expresiones y ahora la construcción de una llamada cuarta transformación.

La clase política en México ha tenido etapas muy marcadas por sus actores, por sus colores, que muchos de ellos desde sus trincheras enarbolando causas y banderas teóricamente justas para la sociedad mexicana, pero que en su mayoría en los hechos distan de la realidad.

Desde el año 2000 cuando gana la elección el Expresidente Vicente Fox, es cuando comenzamos a ver realmente el uso del marketing político en las campañas electorales, lo que sin duda elevo la manera de comunicar, de convencer, de persuadir y de influenciar a las personas en su decisión en las urnas. Con ello, mucha más participación política de los ciudadanos. La importancia de mostrar candidatos con tanto impacto en su imagen como lo fue el Expresidente Enrique Peña Nieto en donde se convirtió en una estrella de rock en donde su imagen, su excelente dicción al pronunciar sus palabras con un mensaje estratégico logró conectar con sus electores evidentemente.

El poder y el liderazgo no se hereda, se construye a través del trabajo, la congruencia y la coherencia.

Resaltar la campaña más larga de un candidato posicionando un mensaje, imagen y convenciendo por más de 25 años le funcionó su persistencia al tres veces candidato y Expresidente Andrés Manuel López Obrador.

La sociedad mexicana es participativa, apasionada cuando le llegas a las fibras de su nacionalismo, de sus dolores, lo que nos enorgullece, pero también cuando llegamos a nuestros límites, cuando no nos sentimos valorados y el sentimiento de que nos han usado para fines que crearon una realidad equivocada de oportunidades para nuestros hijos y que en muchos momentos nos pesa levantarnos a trabajar cuando nos damos cuenta de la lentitud con la que prosperamos, volteamos a ver a nuestros abuelos, progenitores y realmente siempre pensamos que “antes” era un mejor país. Y es entonces cuando entra el pánico por el futuro incierto de hoy para nuestros hijos. Es en esta circunstancia cuando se vuelca y lo inesperado sucede, los especialistas se han llevado sorpresas con los resultados electorales en lo local y nacional.

Paralelamente el desarrollo de la tecnología, el internet y la comunicación lo que nos acercó a la clase política, lo que nos permitió conocer más de cerca a nuestros representantes populares. Lo que ellos nos quieren mostrar a través de su mensaje de comunicación, la realidad de lo son, más allá de la percepción. Hoy todos comunicamos en mayor o menos escala, pero captar en “el momento” al Hoy como individuos y sociedad comunicada vemos, percibimos y hacemos público en un instante, lo privado se hace público y queda en la huella digital que cada uno tenemos por siempre, revertir un “incidente” resulta muy complicado hacerlo sin una estrategia de comunicación que se base en la autenticidad de la persona.

La marca personal de cada político es directamente proporcional a su profesionalismo y autenticidad.

Cuando han cuidado su trayectoria o como se improvisan al aceptar cargos para los que no están preparados y que terminan en consecuencias graves para la sociedad.

poder y el liderazgo no se hereda, se construye a través del trabajo, la congruencia y la coherencia. El mercantilismo electoral y político está mermando los valores de la sociedad pues ahora es la carencia, el interés de un clan, grupo, partido, la pseudo “oportunidad de bienestar” la que mueve a una parte de los electores a elegir de acuerdo con conveniencias y parquedades.

No hay equilibrios, oposición, cordura y respeto por quienes los eligen, la falta de libertades, opciones, contra pesos es cada día mayor. Las voces se pierden en un discurso de odio, lleno de pasado, de críticas y de juicios invariablemente.

Esto mi estimado lector no motiva, no inspira, no saca de nuestras fibras la emoción de metas, objetivos, sueños y proyectos porque no hay emoción y visión clara de hacia dónde va el país. Esto no es solo exclusivo de México sino de toda América. Estados Unidos con sus políticas arancelarias y migrantes que tienen a todos en la incertidumbre a millones de personas y a naciones completas.

Lo que sucede en este momento en El Salvador con Nayib Bukele y su estrategia de mantenerse en el poder, Gustavo Petro en Colombia con su historia, el atentado que tiene en peligro la vida al precandidato al gobierno de la república Miguel Uribe y persecución y juicio al expresidente Álvaro Uribe que además el pueblo defiende y los legitima de una manera que solo cuando duele lo manifiestan de maneras tan particulares. Y así podríamos poner ejemplos interminables por cada país de nuestro continente actuales y a lo largo de la historia.

¿Qué valores mueven al ser humano? ¿Qué nos cuenta la historia? ¿Qué podemos hacer? ¿Cuál es la prospectiva de nuestras vidas? ¿Qué virtudes podemos desarrollar y exigir de nuestros políticos? Estas son interrogantes que nos llevaría muchas semanas dilucidar. Al final todos y todas somos artífices de nuestras realidades en lo individual y en conjunto.

Hoy se pregona desde el gobierno en funciones, presumen constantemente “la austeridad republicana”, que han promulgado en la LEY FEDERAL DE AUSTERIDAD REPUBLICANA publicada en el Diario Oficial de la Federación el 19 de noviembre de 2019 Y que a la letra dice:

“Artículo 1. Esta Ley es de orden público e interés social. Tiene por objeto regular y normar las medidas de austeridad que deberá observar el ejercicio del gasto público federal y coadyuvar a que los recursos económicos de que se dispongan se administren con eficacia, eficiencia, economía, transparencia y honradez, conforme lo establece el artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Sus disposiciones son aplicables a todas las dependencias, entidades, organismos y demás entes que integran la Administración Pública Federal.

Lo que considero que es importante que todos los actores políticos dedicados al servicio público tengan en cuenta al conducirse con congruencia y coherencia, tanto ellos como su primer círculo de personas, como familia, cónyuges, hijos, colaboradores y equipos de trabajo, porque existen ante la opinión pública, innumerables evidencias de excesos, arrogancia, impunidad que lastiman no solo la dignidad de los mexicanos sino también ofenden colectivamente a un pueblo de más de 130 millones de personas que trabajan arduamente para llevar el pan a su mesa todos los días y que hoy podríamos sintetizar con una máxima frase de un oaxaqueño ilustre:

“Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan”. Benito Juárez.

Para mí la comunicación debe hacerse con valores, que nos permitan resignificar de acuerdo con nuestra mismidad que es un termino castizo que tiene su origen en la filosofía, es la sustancia individual que permanece en el tiempo, que es escencia del sujeto. La mismidad es el origen la sustancia que nos permite comprender de donde venimos y como la forma de vida que nos ha forjado ha marcado la existencia.

La visión de futuro es una gran responsabilidad como profesionales de la comunicación llevar un mensaje certero a la sociedad que le permita tener opinión con argumentos fehacientes, válidos y consientes.