La Oposición de México

Durante la navidad de 2018, tras regresar de dar algunas conferencias en Santa Cruz de la Sierra, paradisiaca municipalidad boliviana, sostuve reuniones con diversos personajes de la política mexicana en plena resaca por la sacudida electoral que dio el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) encabezado por Andrés Manuel López Obrador. En algún punto, coincidían en vaticinar que México se convertiría en algo similar a Venezuela al cabo de seis años. En cada una de las conversaciones les expliqué por qué eso no iba a suceder y les compartía cuál modelo era más cercano al de la Cuarta Transformación: Bolivia.

Al concluir el año 2024, no me equivoqué en que el panorama político de México se asemeja cada vez más a lo que ha ocurrido en esa nación andina. Se caracteriza por una consolidación del partido oficialista, Morena; allá fue el MAS de Evo Morales en 2006, y una notable debilitación de las fuerzas de oposición de antaño como el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) y Acción Democrática Socialista (ADN). Este escenario ha generado preocupaciones internas y externas sobre el equilibrio democrático y la eficacia de los contrapesos institucionales en ambos países.

En las elecciones del pasado junio, la coalición oficialista, encabezada por Morena, consolidó su dominio político al obtener la presidencia con Claudia Sheinbaum, quien logró aproximadamente el 59.7% de los votos, y al ganar siete de las nueve gubernaturas en disputa. 

Por otro lado, la oposición, representada por la alianza entre el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) con Xóchitl Gálvez como candidata, sufrió derrotas significativas, perdiendo bastiones tradicionales y reduciendo su presencia en el mapa político nacional. Aunque la oposición logró triunfos en algunas capitales estatales, estos no fueron suficientes para contrarrestar el avance de Morena. 

Morena, ahora con Sheinbaum como presidenta de la nación, ha fortalecido su presencia en el ámbito político nacional, controlando una mayoría significativa en el Congreso y la gobernatura de la mayoría de las entidades federativas. Este dominio ha sido facilitado por la fragmentación y crisis internas de los partidos opositores tradicionales, como el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN). De una forma parecida a como sucedió en Bolivia.


El PRI, desde 1929, con diferentes nomenclaturas, fue la fuerza política hegemónica en México, conocido como el partido aplanadora en los años noventa y ochenta, se mantuvo como sólido partido opositor al arranque del siglo XXI y recuperó la presidencia en 2012; hoy enfrenta una crisis estructural profunda. La pérdida de decenas de gubernaturas y una disminución significativa de su representación en el Congreso reflejan su declive. La reciente reelección de Alejandro “Alito” Moreno como presidente del partido ha generado renuncias constantes y controversias internas, con figuras destacadas como Pedro Joaquín Coldwell, Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes Rangel, Miguel Ángel Osorio, Enrique de la Madrid, entre otros, criticando la falta de democracia interna y advirtiendo sobre el riesgo de desaparición del partido si no se implementan reformas sustanciales.

Por su parte, el PAN también atraviesa dificultades significativas. La elección de Jorge Romero como nuevo dirigente ha evidenciado divisiones internas y cuestionamientos sobre la dirección futura del partido. Analistas como José Antonio Crespo señalan que, aunque el PAN podría reestructurarse y recuperar parte de la confianza perdida, enfrenta un escenario complejo debido a la consolidación de Morena como un “partido de Estado”, lo que coloca a la oposición en una situación desigual y desafiante.a a como sucedió en Bolivia.

Movimiento Ciudadano (MC) ha intentado posicionarse como una alternativa fresca en el panorama político. La reciente designación de su candidato a la presidencia, Jorge Álvarez Máynez,  de sucesor del fundador Dante Delgado en la dirigencia naranja indica una transición interna que busca fortalecer su presencia. Sin embargo, MC enfrenta el desafío de consolidar su identidad y ampliar su base electoral en un entorno dominado por Morena.

En conjunto, la fragmentación y falta de liderazgo en la oposición han facilitado el camino para que Morena consolide su poder sin enfrentar una oposición efectiva, durante la campaña se le señaló al abanderado “fosfo-fosfo” que facilitaba a la 4T el triunfo y le demandaban aliarse con el Frente Opositor. El resultado de la hegemonía guinda en el legislativo federal deriva en la aprobación de reformas que limitan la capacidad de impugnación de modificaciones constitucionales y la implementación de una reforma judicial que permite la elección de jueces por voto popular a partir de 2025 han generado preocupaciones sobre la concentración de poder en el Ejecutivo; sí, tal como sucedió también en Bolivia. Estas medidas, percibidas como intentos de debilitar los contrapesos institucionales, han dejado a la oposición en una posición aún más vulnerable, sin herramientas efectivas para contrarrestar el avance del oficialismo.

A pesar de los desafíos, una encuesta de Ipsos publicada quince días después de los comicios revela que el 81% de los mexicanos considera importante que exista una oposición que haga contrapeso al gobierno, aunque contrasta que la desconfianza hacia los partidos tradicionales ha crecido, y muchos ciudadanos no confían en ninguna de las opciones opositoras actuales, lo que refleja la necesidad de una renovación profunda para recuperar la credibilidad y el apoyo popular.

Este artículo tiene como objetivo analizar las causas y consecuencias de la crisis que atraviesan los partidos de oposición en México al cierre de 2024. Se examinarán los factores internos y externos que han contribuido a su debilitamiento, incluyendo las dinámicas internas de los partidos, las estrategias del partido en el poder y las percepciones ciudadanas. Además, se explorarán posibles estrategias para la revitalización de la oposición, con el fin de fortalecer el equilibrio democrático y garantizar una representación efectiva de las diversas voces en el país.

La nueva narrativa nacional


Con la creciente desconfianza de la ciudadanía hacia los partidos de oposición, percibiéndolos como desconectados de las necesidades reales de la población y más enfocados en disputas internas que en ofrecer soluciones concretas. Esta percepción ha sido alimentada por la falta de propuestas claras y la incapacidad de presentar una alternativa viable al proyecto de Morena que, como compara Paola Sofía Vásquez (2024) con regímenes del pasado, tiene los “mismos objetivos, mismos vicios, ahora con un partido distinto que apenas tiene poco más de diez años de edad, el hoy (casi) todopoderoso Morena” ante una oposición que ha sido criticada por mantener “el paso firme hacia el abismo antes de cambiar”, lo que ha contribuido a su debilitamiento.


Combinados resultados electorales desfavorables, divisiones internas y una creciente desconfianza ciudadana han sumido en una crisis profunda a los opositores mexicanos que naufragan en el mar de nuevas estrategias políticas, comunicacionales, narrativas y gubernamentales implementadas por Morena, sin descuento a las reformas al sistema electoral y legal que han complicado y modificado las reglas del juego democrático que vale la pena detallar.

Desde su ascenso al poder en 2018, Morena ha consolidado su posición mediante tácticas de storytelling debilitante a la oposición. La narrativa oficial ha deslegitimado a instituciones clave, como el Poder Judicial, acusándolas de corrupción y de defender privilegios del antiguo régimen. Un ejemplo reciente, Claudia Sheinbaum respondió a las críticas de la ministra Norma Piña afirmando que esta “defiende el régimen de corrupción y privilegios que había antes”. Este tipo de declaraciones se suman a las que recurrentemente hacía López Obrador a través de la rueda de prensa matutina conocida ya popularmente como “La Mañanera” para socavar la confianza pública en las instituciones que obstaculizan la misión transformadora del actual régimen y dificultar la labor de contrapeso que la oposición intenta ejercer.

Por su parte, en el Congreso de la Unión, dominado por Morena y sus aliados, ha aprobado recortes presupuestarios que afectan la operatividad de organismos autónomos como la reducción del 33% al presupuesto solicitado por el Instituto Nacional Electoral (INE), lo que representa una disminución de 13,476 millones de pesos de los 40,476 millones originalmente solicitados. Esta decisión pone en riesgo la organización de futuros comicios y limita la capacidad del INE para garantizar elecciones libres y justas, le pega directamente a los partidos opositores que dependen de un árbitro electoral imparcial y un sistema judicial confiable para señalar posibles abusos. Asimismo, las reformas electorales recientes han modificado las reglas de representación en el Congreso con lo cual pueden aprobar enmiendas constitucionales sin necesidad de negociar con la oposición.

La narrativa oficialista también ha encontrado en los medios de comunicación y las redes sociales herramientas eficaces para moldear la opinión pública a su favor. La constante exposición y saturación mediática de los logros del gobierno, sumada a campañas de desprestigio contra figuras opositoras mediante framings que los acusan de conservadores, enemigos del pueblo o mafia del poder; ha consolidado una percepción pública desfavorable a cualquier detractor,  lo que refleja una imagen de inacción y falta de propuestas claras. El eje opositor nunca tuvo la capacidad de contrarrestarlo con una contranarrativa coordinada.

En conjunción, las estrategias de Morena, las reformas al sistema electoral y judicial, y la influencia en la narrativa mediática han creado un entorno muy adverso para los partidos de oposición en México. 


El PAN en búsqueda de sentido

La referencia al famoso libro de Viktor Frankl no es gratuita. El Partido Acción Nacional (PAN) ha enfrentado desafíos significativos en su estrategia electoral y liderazgo a lo largo de su historia. En las elecciones de 2024, presentó una plataforma centrada en derechos humanos, consolidación familiar y participación juvenil que contrastaba con el espíritu revolucionario de su socio tricolor y distaba demasiado del otro socio amarillo progresista. Por ende, no logró conectar con el electorado de manera efectiva, resultando en una disminución de su representación legislativa.

En noviembre de 2024, Romero fue elegido como nuevo dirigente nacional del PAN, tras el decepcionante periodo de Marko Cortés, obteniendo el 80% de los votos en las elecciones internas, proceso en el que le pusieron todo para que fuera en caballo de hacienda. Detractores internos y externos señalan a su presunta vinculación con el “cártel inmobiliario” en la Ciudad de México, lo que ha generado cuestionamientos sobre la integridad del partido y ha profundizado la crisis de identidad de militantes y simpatizantes, alejándolo de sus principios fundacionales y debilitando su posición como oposición efectiva.

Fortalezas

Experiencia en gobierno: cuenta con una trayectoria significativa en la administración pública, ocuparon la presidencia de México en dos ocasiones y gobernado múltiples estados y municipios, lo que le otorga una base sólida de conocimiento y gestión.

Estructura nacional consolidada: posee una red de comités directivos en las 32 entidades federativas, lo que facilita la movilización y organización en procesos electorales y actividades partidistas.

Base militante activa: con más de 300,000 militantes, el PAN tiene una base activa que participa en la toma de decisiones internas y en la promoción de sus ideales. 

Alianzas estratégicas: ha demostrado capacidad para formar coaliciones con otras fuerzas políticas y organizaciones de la sociedad civil, ampliando su influencia y alcance electoral. 

Compromiso con la democracia y libertad: históricamente, el PAN ha defendido los valores democráticos y las libertades individuales, posicionándose como un contrapeso en momentos de amenazas a estas instituciones. 


Oportunidades

Descontento ciudadano con el gobierno actual: La insatisfacción de algunos sectores de la población con las políticas del partido en el poder abre espacios para que el PAN se presente como una alternativa viable.

Renovación de liderazgos: el nuevo dirigente nacional ofrece la posibilidad de revitalizar la imagen del partido y atraer a nuevos simpatizantes. 

Fortalecimiento de la sociedad civil: el creciente activismo ciudadano brinda al PAN la oportunidad de aliarse con movimientos sociales que comparten sus principios, potenciando su incidencia política.

Espacios en gobiernos locales: La posibilidad de ganar más gubernaturas y alcaldías permite al PAN demostrar su capacidad de gobierno y generar confianza en el electorado.

Innovación en comunicación política: La adopción de nuevas tecnologías y estrategias de comunicación digital puede mejorar la conexión del PAN con sectores jóvenes y urbanos.



Debilidades

Crisis de liderazgo: la percepción de liderazgos nacionales débiles y poco influyentes ha afectado la cohesión interna y la eficacia del PAN como oposición. 

Prácticas contradictorias: Se ha señalado que el PAN ha incurrido en prácticas que históricamente criticaba, como corrupción y clientelismo, lo que ha mermado su credibilidad. 

Falta de renovación: la continuidad de las mismas figuras y prácticas ha impedido la actualización del partido, limitando su atractivo para nuevos votantes. 

Conflictos internos: disputas y divisiones dentro del partido han debilitado su unidad y capacidad de acción conjunta. 

Pérdida de identidad: la falta de claridad en su posicionamiento ideológico y recientes alianzas con su eterno enemigo, el PRI, ha generado confusión entre sus simpatizantes.


Amenazas

Hegemonía de partidos oponentes: El dominio de partidos rivales en el escenario político nacional limita el espacio de acción y crecimiento del PAN. 

Desconfianza ciudadana: Escándalos de corrupción y malas prácticas han erosionado la confianza de la ciudadanía en el PAN, afectando su base electoral. 

Competencia de nuevos partidos: la aparición de nuevas fuerzas políticas que atraen a votantes jóvenes y desencantados representa una competencia directa para el PAN.

Polarización política: la creciente polarización en el país dificulta la construcción de consensos y puede marginar al PAN en debates cruciales.

Desafíos en alianzas: la necesidad de definir su postura respecto a alianzas con partidos como el PRI y Movimiento Ciudadano puede generar tensiones internas y afectar su estrategia electoral. 



El PRI sobre la nave del olvido

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha experimentado una significativa pérdida de apoyo popular desde la mitad del sexenio de Enrique Peña Nieto. En julio de 2024, el Consejo Político Nacional aprobó reformas estatutarias que permitieron la reelección de Alejandro “Alito” Moreno como dirigente nacional y redujo más los pocos legisladores federales con los que contaba.

A pesar de los esfuerzos por modernizar su estructura y recuperar la confianza ciudadana, el PRI ha enfrentado dificultades para adaptarse a las demandas actuales del electorado. La percepción de corrupción, rechazo a la marca y falta de renovación obstaculizan su capacidad para posicionarse como una alternativa viable en el escenario político contemporáneo, donde cuentan aún con bastiones en varios estados y municipios del país que de trabajarse, como lo sabían hacer, podrían esperar un poco, un poquito más, evitar que la nave parta y librar la condena de olvidar lo vivido.

Fortalezas

Experiencia política y administrativa: el PRI cuenta con una larga trayectoria en la administración pública, lo que le ha permitido acumular experiencia en la gestión gubernamental a nivel federal, estatal y municipal.

Estructura nacional sólida: posee una dispar presencia organizada en todo el país, con comités y militancia en las 32 entidades federativas, lo cual los hace competitivos en municipalidades clave.

Capacidad de adaptación ideológica: A lo largo de su historia, el PRI ha demostrado flexibilidad para ajustar su plataforma ideológica según las demandas sociales y políticas del momento, permitiéndole mantenerse vigente en distintos contextos.

Red de alianzas estratégicas: ha establecido coaliciones con otros partidos y organizaciones, ampliando su influencia y capacidad de acción en procesos electorales y legislativos.

Infraestructura de capacitación: implementa de manera constante programas de formación y desarrollo de liderazgo político, especialmente enfocados en la inclusión de mujeres y jóvenes, fortaleciendo su base interna.  


Oportunidades

Participación ciudadana en políticas públicas: la implementación de consultas nacionales, como la del Presupuesto 2025, permite al PRI acercarse a la ciudadanía y atender sus necesidades.

Renovación de liderazgos: la crisis interna abre la posibilidad de promover nuevos liderazgos que conecten mejor con las demandas actuales de la sociedad.

Alianzas con sectores sociales: la colaboración con organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales puede ampliar su base de apoyo y legitimidad.

Enfoque en temas emergentes: abordar cuestiones contemporáneas como la equidad de género, el cambio climático y la digitalización puede atraer a votantes jóvenes y urbanos.

Reforma y modernización interna: la actualización de sus estatutos y prácticas internas puede fortalecer su democracia interna y transparencia, mejorando su percepción pública. 



Debilidades

Pérdida de credibilidad: escándalos de corrupción y prácticas antidemocráticas han erosionado la confianza de la ciudadanía en el partido. 

Resultados electorales adversos: desempeños electorales deficientes han reducido su representación política y acceso a financiamiento público. 

Falta de cohesión interna: conflictos añejos y divisiones internas debilitan su capacidad de acción y proyección unificada. 

Imagen de obsolescencia: la percepción de ser un partido anclado en prácticas del pasado limita su atractivo para nuevas generaciones.

Dependencia de liderazgos controvertidos: el sostenimiento de dirigentes cuestionados o mantener cacicazgos caducos en regiones y estados ha generado críticas y tensiones internas.

Amenazas

Irrelevancia política creciente: analistas señalan que el PRI se encamina hacia la irrelevancia política si no toma decisiones acertadas. 

Competencia de nuevas fuerzas políticas: la aparición de partidos emergentes y movimientos ciudadanos resta espacio al PRI en el espectro político.

Desafíos en alianzas electorales: la dificultad para formar coaliciones efectivas puede limitar su capacidad competitiva en elecciones clave.

Erosión de base militante: la desilusión de sus propios militantes puede llevar a una disminución en la participación y compromiso dentro del partido.

Percepción pública negativa: La asociación con prácticas autoritarias y corrupción del pasado sigue afectando su imagen ante el electorado.




Movimiento Ciudadano con mucho ruido y pocas nueces

La dramaturgia política en Movimiento Ciudadano (MC) tiene más tintes alegres que trágicos, ha emergido como una opción política en crecimiento. En las elecciones pasadas, el partido aumentó su número de votos en un 513%, pasando de 1 millón en 2018 a 6.2 millones en 2024. Este incremento ha posicionado a MC como una fuerza política relevante, superando por poco al PRI y posicionándose en tercer lugar en el espectro político nacional.

Bajo el liderazgo de Maynez, el partido está obligado a consolidar su presencia y ampliar su base electoral en todo el país, tienen tarjeta de presentación de una alternativa fresca y progresista en el panorama político mexicano. Sin embargo, MC enfrenta el desafío de mantener su identidad distintiva basada en jingles, spots, puntadas e indumentaria “fosfo-fosfo”; o convertirse en un partido más serio sin perder frescura, alejarse de las frivolidades y centrarse en la enarbolación de una oferta política más profunda; pero, sobre todo, evitar caer en las prácticas que han debilitado a otros institutos políticos en crisis, como reciclar figuras cuestionadas en todos los estados provenientes de partidos tradicionales como el PRI y el PAN.


En resumen, el PAN y el PRI enfrentan crisis de identidad y liderazgo que han mermado su relevancia política, mientras que Movimiento Ciudadano se posiciona como una tercera vía con potencial de crecimiento, aunque con retos significativos para consolidarse como una opción sólida y confiable. Así que, como escribió Shakespeare en su célebre comedia Mucho Ruido y Pocas Nueces: “No canten más cancioncillas, no canten más”.


Fortalezas


Identidad ideológica clara: MC se ha mantenido fiel a su identidad socialdemócrata y progresista, evitando alianzas pragmáticas que comprometan sus principios. 

Liderazgos regionales sólidos: la presencia de figuras como Enrique Alfaro en Jalisco y Samuel García en Nuevo León ha fortalecido la influencia del partido en regiones clave. 

Innovación en comunicación política: MC ha destacado por su uso efectivo de plataformas digitales y estrategias de comunicación modernas, atrayendo a sectores jóvenes del electorado.

Flexibilidad y adaptabilidad: la capacidad de MC para posicionarse como una alternativa fresca frente a partidos tradicionales le permite adaptarse a cambios en el entorno político.

Compromiso con la transparencia: el partido ha promovido políticas de transparencia y rendición de cuentas, fortaleciendo su credibilidad ante la ciudadanía. 


Oportunidades

Descontento con partidos tradicionales: El desencanto de la ciudadanía con partidos tradicionales ofrece a MC la oportunidad de consolidarse como una opción viable. 

Crecimiento en regiones clave: La expansión en estados como Durango demuestra el potencial de MC para aumentar su presencia en otras entidades. 

Aprovechamiento de la agenda progresista: La creciente demanda por políticas progresistas en temas como derechos humanos y medio ambiente puede ser capitalizada por MC.

Formación de alianzas estratégicas: la posibilidad de establecer coaliciones con movimientos afines podría ampliar su base electoral y fortalecer su posición política.

Innovación tecnológica en campañas: El uso de herramientas digitales avanzadas y análisis de datos puede mejorar la eficacia de sus estrategias electorales. 


Debilidades

Dependencia de liderazgos individuales: la influencia predominante de cartuchos quemados de otros partidos en los estados limitan la diversidad interna y la renovación de liderazgos propios como Luis Donaldo Colosio. 

Estructura organizacional limitada: la falta de una estructura sólida en ciertas regiones dificulta la expansión y consolidación del partido a nivel nacional. 

Percepción de ambigüedad política: Algunos sectores perciben a MC como una fuerza política ambigua y fatua, lo que puede afectar su credibilidad y cohesión interna. 

Tensiones internas: conflictos entre líderes regionales y la dirigencia nacional pueden generar divisiones que afecten la unidad y eficacia del partido. 

Falta de Definición en políticas clave: la ausencia de propuestas claras en áreas fundamentales puede limitar su atractivo para ciertos segmentos del electorado.


Amenazas

Competencia de partidos emergentes: la aparición de nuevas fuerzas políticas puede fragmentar el voto y reducir la base de apoyo de MC.

Polarización política nacional: la creciente polarización puede dificultar que MC se posicione como una alternativa viable entre los extremos políticos pero limitar su posibilidad de crecer.

Desafíos en alianzas electorales: la dificultad para formar coaliciones efectivas puede limitar su capacidad para competir en elecciones clave.

Impacto de políticas gubernamentales: Decisiones del gobierno federal que afecten la distribución de recursos pueden influir negativamente en las administraciones locales de MC.

Erosión de la confianza ciudadana: escándalos o percepciones negativas pueden minar la confianza de la ciudadanía en el partido.



Los retos de la oposición en un escenario de hegemonía

Por donde deben comenzar los partidos de oposición es con la incorporación de líderes jóvenes y carismáticos, esencial para revitalizar a los partidos de oposición y reconectar con la ciudadanía, jugada que, por cierto, ya se les adelantó Morena con la designación de Luisa Alcalde y Andrés López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador. Cito a Fernando Dworak, colega catedrático en mi alma mater, el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), “los partidos de oposición en México deben rejuvenecer sus liderazgos para superar el estigma de corrupción” (Mi Morelia, 2024). Esta renovación no implica únicamente una reducción de la edad promedio de los dirigentes, sino también la adopción de nuevas perspectivas y enfoques que le hagan sentido a las nuevas generaciones que ya están más metidas en el gaming y respondan a las demandas actuales de una sociedad casi completamente digitalizada. De nada servirá meter jóvenes que solamente replicarán viejos vicios.


Democratización Interna

Por otra parte, la democratización interna es fundamental para fortalecer la legitimidad de los partidos de oposición. Esto implica implementar procesos transparentes y participativos en la selección de candidatos y en la toma de decisiones estratégicas. La falta de ha sido señalada como una de las causas de la crisis en partidos como el PAN y el PRI, donde “la necedad de los presidentes de los partidos de no dejar sus puestos y cuotas de poder está llevando a sus partidos a un estado de irrelevancia” (La Palabra Política, 2024). La apertura y la inclusión de diversas voces dentro de los partidos pueden fomentar la cohesión y la renovación necesarias para enfrentar los desafíos actuales.

Si realmente quieren recuperar la confianza del electorado, los partidos de oposición deben desarrollar una agenda política que aborde las preocupaciones y aspiraciones de la sociedad mexicana y para ello necesitan hacer toda la investigación necesaria para conocer a fondo el humor social y la percepción respecto a temas como la justicia social, la igualdad de género, la libertad, el desarrollo económico sostenible y la transparencia gubernamental. La construcción de una identidad colectiva entre los ciudadanos que comparten una misma visión del mundo, unos mismos valores o unos mismos intereses es esencial para movilizar el apoyo popular (Del Olmo, 2024). Al presentar propuestas claras y viables, los partidos pueden diferenciarse y ofrecer alternativas reales al electorado.

En la era digital, cada elección se vuelve más difícil movilizar a diversos sectores de la población, sobre todo los más jóvenes. Esto implica el uso estratégico de medios tradicionales y plataformas digitales para transmitir mensajes coherentes y atractivos. La comunicación política digital efectiva es una habilidad crítica para cualquier líder político que desee conectar con su audiencia, ganar apoyo y lograr el respaldo necesario para llevar adelante su proyecto político (ESIBE, 2024). Además, la implementación de estrategias transmedia permiten la expansión de un relato a través de diversas plataformas, facilitando así una mayor participación ciudadana y el fortalecimiento de la legitimidad democrática (Cambridge University Press, 2024).


Casos de éxito en la revitalización de partidos opositores


España: Resurgimiento del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)

Tras una serie de derrotas electorales y crisis internas, el PSOE logró revitalizarse bajo el liderazgo de Pedro Sánchez ante el Partido Popular y Mariano Rajoy. Implementó una renovación generacional en su dirigencia, refrescó el branding político y adoptó una agenda progresista que conectó con las demandas sociales emergentes mediante una alianza con el partido emergente Podemos. Esta estrategia le permitió recuperar la confianza del electorado y alcanzar la presidencia del gobierno en 2018 y sostenerse ante un fuerte resurgimiento de la derecha en la pasada elección de 2023.


Argentina: Reconstrucción de la Unión Cívica Radical (UCR)


La UCR, uno de los partidos más antiguos de Argentina, enfrentó una disminución significativa en su influencia política. Sin embargo, al formar una coalición con otras fuerzas opositoras, como Propuesta Republicana (PRO), creó la alianza “Cambiemos”, que resultó victoriosa en las elecciones presidenciales de 2015 con Mauricio Macri como candidato. Esta coalición permitió a la UCR recuperar relevancia en la escena política nacional, aunque pronto regresó el kirchnerismo, también dejó la suficiente base electoral para permitir el polémico triunfo del radical Javier Milei.


Chile: Emergencia del Frente Amplio:


En respuesta al descontento con los partidos tradicionales, surgió el Frente Amplio, una coalición de movimientos y partidos de izquierda que logró captar el apoyo de sectores juveniles y urbanos. Su éxito se basó en una agenda centrada en la justicia social y la participación ciudadana, obtuvieron una representación significativa en el Congreso y posicionarse como una alternativa viable en el espectro político chileno.



Bolivia: el MAS contra el MAS.


Tras el prolongado gobierno de Evo Morales que terminó en exilió y la breve presidencia de Jeanine Añez, el MAS llega a la elección del 2025 encabezando las preferencias a pesar de los enfrentamientos públicos entre Luis Arce y el líder cocalero que están mancillando la hegemonía masista. Por otra parte, si los opositores bolivianos lograran acordar una coalición vencerían fácilmente al oficialismo.

¿Qué podemos aplicar de las experiencias en otras naciones con similitudes al actual escenario político mexicano?

La creación de alianzas entre partidos con afinidades ideológicas puede consolidar una base electoral más amplia y competitiva. Es esencial que estas coaliciones se construyan sobre objetivos comunes y una visión compartida del país, evitando alianzas meramente electorales que carezcan de cohesión programática, tal como fue percibida la de PRI, PAN y PRD desde 2021 y desembocó perder estados clave y en los resultados ya conocidos de la pasada elección pero están abriendo la posibilidad de que liderazgos ciudadanos se organicen para que ese Frente Amplio se convierta en un partido político.

Incorporar líderes innovadores provenientes de movimientos sociales auténticos puede inyectar dinamismo y credibilidad a los partidos de oposición como sucedió con el PSOE en España. Esta renovación debe ir acompañada de procesos internos democráticos que fomenten la participación y eviten prácticas clientelistas.

Es crucial que los partidos de oposición articulen propuestas que aborden las preocupaciones de la ciudadanía, como la desigualdad, la corrupción y la inseguridad, de la manera en que lo logró Milei ante la desesperación de los argentinos. Una agenda que refleje los comunes denominadores, las aspiraciones de diversos sectores sociales y generen soluciones posibles a las incertidumbres puede fortalecer la conexión entre los partidos y el electorado en el complejo escenario que se vislumbra con la próxima toma de protesta de Donald Trump en Estados Unidos de Norteamérica.

También deben ser sólidos y constantes para incrementar su base y actuar en cuanto las divisiones del partido hegemónico inexorablemente se darán como en Bolivia y aprovechen las plataformas digitales para comunicarse con el electorado, y mantener una presencia constante en medios tradicionales asegura un alcance más amplio con la finalidad de incidir en más espacios de opinión pública que por la inercia termina llenando el oficialismo como sucedió en Chile.


¿Qué podemos aplicar de las experiencias en otras naciones con similitudes al actual escenario político mexicano?

La creación de alianzas entre partidos con afinidades ideológicas puede consolidar una base electoral más amplia y competitiva. Es esencial que estas coaliciones se construyan sobre objetivos comunes y una visión compartida del país, evitando alianzas meramente electorales que carezcan de cohesión programática, tal como fue percibida la de PRI, PAN y PRD desde 2021 y desembocó perder estados clave y en los resultados ya conocidos de la pasada elección pero están abriendo la posibilidad de que liderazgos ciudadanos se organicen para que ese Frente Amplio se convierta en un partido político.

Incorporar líderes innovadores provenientes de movimientos sociales auténticos puede inyectar dinamismo y credibilidad a los partidos de oposición como sucedió con el PSOE en España. Esta renovación debe ir acompañada de procesos internos democráticos que fomenten la participación y eviten prácticas clientelistas.

Es crucial que los partidos de oposición articulen propuestas que aborden las preocupaciones de la ciudadanía, como la desigualdad, la corrupción y la inseguridad, de la manera en que lo logró Milei ante la desesperación de los argentinos. Una agenda que refleje los comunes denominadores, las aspiraciones de diversos sectores sociales y generen soluciones posibles a las incertidumbres puede fortalecer la conexión entre los partidos y el electorado en el complejo escenario que se vislumbra con la próxima toma de protesta de Donald Trump en Estados Unidos de Norteamérica.


También deben ser sólidos y constantes para incrementar su base y actuar en cuanto las divisiones del partido hegemónico inexorablemente se darán como en Bolivia y aprovechen las plataformas digitales para comunicarse con el electorado, y mantener una presencia constante en medios tradicionales asegura un alcance más amplio con la finalidad de incidir en más espacios de opinión pública que por la inercia termina llenando el oficialismo como sucedió en Chile.


Perspectivas futuras

Se hace imperativo visualizar diferentes escenarios posibles de los opositores mexicanos, se pueden delinear tres proyecciones sobre el desempeño de estos partidos en las próximas elecciones.


Escenario Optimista

En este contexto, los partidos de oposición logran una renovación interna efectiva, incorporando liderazgos jóvenes y carismáticos que conectan con la ciudadanía. Implementan procesos democráticos transparentes y desarrollan agendas políticas que responden a las demandas sociales actuales. Además, establecen alianzas estratégicas que potencian su presencia electoral. Como resultado, incrementan su representación en el Congreso y obtienen victorias en gubernaturas clave, posicionándose como una alternativa viable al partido en el poder.



Escenario Pesimista

En este caso, la oposición no logra superar sus divisiones internas ni renovar su liderazgo. La falta de propuestas claras, la división y la desconexión con el electorado resultan en una disminución de su base de apoyo. Morena, capitaliza estas debilidades, consolida su hegemonía en el ámbito nacional y estatal hasta 2036. La oposición se ve reducida a una mínima representación legislativa, sin capacidad de influir en la agenda política y con liderazgos desperdigados en el territorio nacional que ganan algunas alcaldías y pocos estados.


Escenario Tendencial

Aquí, los partidos de oposición experimentan una recuperación moderada. Aunque logran ciertos avances en la renovación de liderazgos y propuestas, estos esfuerzos son insuficientes para generar un cambio significativo en el electorado. Mantienen una presencia estable en el Congreso y algunas gubernaturas, pero sin amenazar la posición dominante de Morena. Este escenario sugiere una lenta evolución hacia una oposición más efectiva, aunque aún limitada en su capacidad de incidencia.

Una oposición robusta es esencial para el equilibrio democrático y la gobernabilidad efectiva. Su papel trasciende la mera crítica al gobierno; actúa como contrapeso, fiscaliza las acciones del Ejecutivo y representa la diversidad de opiniones en la sociedad. De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), “la oposición es un componente básico del funcionamiento de las democracias pluralistas” (INE, 2015).

La ausencia de una oposición fuerte puede conducir a la concentración del poder y al debilitamiento de las instituciones democráticas. Un gobierno sin contrapesos efectivos puede caer en prácticas autoritarias, afectando la transparencia y la rendición de cuentas.

Además, una oposición constructiva contribuye al desarrollo de políticas públicas más inclusivas y efectivas, al incorporar diversas perspectivas en el debate legislativo. Esto enriquece la toma de decisiones y fortalece la legitimidad del sistema político. La participación activa de la oposición en los órganos de representación popular asegura una influencia sostenida sobre el proceso de decisiones, promoviendo la superioridad del diálogo sobre la confrontación (INE, 2015).

En el contexto mexicano, fortalecer a los partidos de oposición es crucial para mantener el equilibrio democrático y garantizar una gobernabilidad que refleje la pluralidad de la sociedad. Esto implica no solo la renovación interna de estos partidos, sino también la promoción de un entorno político que valore y respete la diversidad de opiniones y la competencia electoral justa.


Conclusión desde la perspectiva metaestratégica

La metaestrategia, es un concepto que he desarrollado para ofrecer un marco integral que nos permita abordar escenarios cada vez más complejos, hiperdinámicos e hiperquenéticos, integrando los cinco estrategias fundamentales: tierra, agua, fuego, viento y éter.


Tierra: Conexión con la Realidad Social

Representa la base sólida de la realidad social y comunitaria. Para la oposición, esto implica una comprensión profunda de las necesidades y aspiraciones de la ciudadanía. La desconexión con las bases populares ha sido una crítica constante hacia los partidos opositores, quienes han sido percibidos como alejados de las problemáticas cotidianas de la sociedad y, en algunos casos, porque perdieron la capacidad de seguir sosteniendo bases clientelares que realmente no eran movidas por emociones sino por razones, principalmente, económicas. Necesitan reconectar con la ciudadanía porque es esencial para construir una plataforma política que refleje auténticamente las demandas sociales y tienen que empezar a pie, puerta por puerta, grupo por grupo.



Agua: Adaptación y Fluidez en la Comunicación

Simboliza la adaptabilidad y la capacidad de fluir con los cambios. En el ámbito político, esto se traduce en la habilidad de la oposición para ajustar sus estrategias comunicativas y políticas en respuesta a un entorno liquido. La era digital ha transformado la manera en que se difunden y consumen las ideas políticas, haciendo indispensable que la oposición utilice eficazmente las redes sociales, aprovechar la capacidad de microsegmentar para enviar contenidos a diferentes tribus y reconectar con diversos segmentos de la población. La flexibilidad en la comunicación permite a la oposición mantenerse relevante y resonar con las preocupaciones actuales de la sociedad.


Fuego: Pasión y Energía Transformadora


Encarna la pasión y la energía necesarias para impulsar el cambio. La oposición debe revitalizar su espíritu combativo combinado con la inteligencia que brindan los grandes datos y su compromiso de usarlos para el cambio social. Esto requiere líderes carismáticos que inspiren y movilicen a la ciudadanía hacia una visión compartida de progreso. La apatía y el desencanto político son obstáculos que solo pueden superarse mediante una oposición que demuestre convicción y determinación en sus propuestas y acciones sustentadas en información de valor que enriquezca la toma de decisiones.


Viento: Innovación y Flexibilidad Estratégica


Representa la innovación y la capacidad de adaptación estratégica. La oposición debe ser capaz de anticipar y responder a los cambios políticos y sociales con estrategias creativas y flexibles. Esto incluye la formación de alianzas estratégicas, la incorporación de nuevas tecnologías en las campañas y la adaptación a las tendencias emergentes en los mensajes emitidos a traves de diferentes medios de comunicación e impactar la opinión pública. La rigidez y la resistencia al cambio pueden condenar a la oposición a la irrelevancia en un entorno político en constante evolución.


Éter: Visión y Propósito Común


RProyecta la visión y el propósito superior que unifican y dan sentido a todas las acciones políticas en todos los escenarios: terrenal, mental y virtual. La oposición necesita articular todas las estrategias de tierra, agua, fuego y viento en una visión coherente y atractiva para la sociedad para implementarla y darle seguimiento en tiempo real. Una visión compartida es fundamental para cohesionar a los diversos actores de la oposición y presentar una alternativa sólida al oficialismo deconstructivo.

En el contexto político actual de México, la alternativa es concitar a una reconciliación nacional, necesidad imperativa para abordar las profundas divisiones económicas, sociales y políticas que afectan al país. La implementación de una metaestrategia que integre los elementos fundamentales de tierra, agua, fuego, viento y éter, puede servir como un marco eficaz para guiar este proceso de unir coincidencias, la oposición política puede desempeñar un papel crucial en la reestructuración nacional.

Reconciliación implica superar diferencias políticas resultado del aprovechamiento de la polarización y el pensamiento individual que alimentan las burbujas de percepción en las que nos movemos cotidianamente; se necesita construir un proyecto de nación inclusivo que refleje la diversidad y pluralidad de México. Al adoptar esta metaestrategia, la oposición podrá recuperar espacios de poder, ser el contrapeso necesario y recomendable para una vida democrática, contribuir a la creación de políticas públicas que promuevan más seguridad, prosperidad, justicia, equidad y desarrollo sostenible; y, de paso, con dedicación, esmero, paciencia y mucha, pero mucha, estrategia, recuperar el tiempo y espacio perdido. Por cierto, ¿qué hará la extrema derecha de este país? ¿Observar o construir un Partido Político para competir en 2027 y 2030? . Ya veremos. A darle.


Referencias

Vázquez, P. S. (2024, 9 septiembre). A partidos necios, votantes sordos. La crisis de la oposición en México. Letras Libres. https://letraslibres.com/revista/a-partidos-necios-votantes-sordos-la-crisis-de-la-oposicion-en-mexico/09/09/2024

Mi Morelia. (2024, 23 enero). Partidos de oposición deben renovarse con jóvenes al frente: ITAM. Mi Morelia.com. https://mimorelia.com/noticias/mexico/partidos-de-oposici%C3%B3n-deben-renovarse-con-j%C3%B3venes-al-frente-itam

Del Olmo, R. (2024). Comunicación política: estrategias y técnicas. Recuperado de https://www.rodrigodelolmo.com/comunicacion-politica-estrategias-y-tecnicas/

ESIBE. (2024). Comunicación política efectiva: características, objetivos y consejos. Recuperado de https://www.escuelaiberoamericana.com/blog/comunicacion-politica-efectiva

La Palabra Política. (2024). El llamado de una muerte anunciada: La renovación de las dirigencias en los partidos de oposición en México. Recuperado de https://lapalabrapolitica.mx/el-llamado-de-una-muerte-anunciada-la-renovacion-de-las-dirigencias-en-los-partidos-de-oposicion-en-mexico/

El País. (2024, 29 de agosto). El PSOE y Morena suman esfuerzos para frenar a la ultraderecha internacional. Recuperado de https://elpais.com/mexico/2024-08-29/el-psoe-y-morena-suman-esfuerzos-para-frenar-a-la-ultraderecha-internacional.html

El Economista. (2024, 31 de enero). La crisis estructural de la oposición política en México. Recuperado de https://www.eleconomista.com.mx/opinion/La-crisis-estructural-de-la-oposicion-politica-en-Mexico-20240131-0057.html

El País. (2024, 8 de diciembre). Ni moderados ni centristas. Recuperado de https://elpais.com/chile/2024-12-08/ni-moderados-ni-centristas.html

Instituto Nacional Electoral. (2015). Oposición y democracia. Recuperado de https://portalanterior.ine.mx/archivos3/portal/historico/recursos/IFE-v2/DECEYEC/DECEYEC-CuadernosDivulgacion/2015/cuad_11.pdf

Confilegal. (2020). La importancia de una buena oposición política. Recuperado de https://confilegal.com/20200208-la-importancia-de-una-buena-oposicion-politica/

Instituto Nacional Electoral. (2015). Oposición y democracia. Recuperado de https://portalanterior.ine.mx/archivos3/portal/historico/recursos/IFE-v2/DECEYEC/DECEYEC-CuadernosDivulgacion/2015/cuad_11.pdf

Suscríbete y Visualiza nuestra Revista Digital

En Electoralia cuidamos tu información personal 

You have Successfully Subscribed!